"La educación es nuestro pasaporte al futuro, porque el mañana pertenece a las personas que se preparan para él hoy".
-Malcolm X
KKIS Clase de 2021
Cielo es una orgullosa graduada de la Clase 2021, que ha sobresalido en todo, desde el aula hasta el desafío #KKISFearGoodbye, inspirando a otros en el camino. Al igual que muchos de los otros becarios de KKIS desde hace mucho tiempo, Cielo ha sido parte de KKIS durante los últimos seis años, lo que ha permitido a KKIS seguir su viaje y verla crecer en la mujer impulsada e inteligente que es hoy en su poderoso viaje a la graduación.
"Sabía lo que quería desde que era muy pequeña, ¡aunque sabía que realmente tendría que luchar por ello! Mis padres tuvieron que hacer muchos sacrificios en sus propias vidas para poder permitirse enviarme a la escuela; así que, cuando KKIS entró a formar parte de mi vida, me apoyaron de una forma que nunca habría imaginado y comencé con ellos un viaje de seis años para llegar a donde estoy hoy: ¡un graduado universitario!"
¿Cómo empezó este viaje para la joven Cielo? Empezó cuando estaba en el instituto y atravesaba una época especialmente dura, tanto personal como académicamente. "Era una adolescente muy rebelde y empecé a tener muchos problemas en el colegio. Llegó un momento en que la cosa se puso tan mal que mi madre tuvo que sacarme del colegio y mandarme a otro y, sinceramente, creía que nunca llegaría a terminar el instituto. La beca KKIS que me concedieron me salvó la vida porque me encontraba en un estado muy vulnerable. Si no hubiera tenido las herramientas para seguir estudiando, no me puedo imaginar lo que me habría pasado en aquel momento."
A pesar de la confusión emocional por la que estaba pasando, Cielo comprendió la importancia de recibir una educación. "Para mí, la educación es la puerta más grande de la vida, nunca terminamos de aprender. Obtener un título no solo te permite adquirir nuevos conocimientos y habilidades, sino que también te ayuda a desarrollar todo tu potencial y a ampliar tus horizontes, tanto personales como profesionales", dice Cielo.
"Fui uno de los 10 primeros estudiantes elegidos por The KKIS Project para recibir una beca. Me había costado mucho matricularme en el instituto debido a mi situación económica y no sabía si podría seguir estudiando, hasta que un día mis profesores anunciaron que estaban buscando candidatos a los que conceder becas. Me emocioné mucho porque sabía que si me daban esa beca podría seguir estudiando. Al cabo de unos días, me dijeron que me habían concedido la beca, ¡y fue entonces cuando supe que realmente quería seguir!".
Además de motivarla a dar un paso adelante en términos académicos, Cielo fue una de las que realmente aprovechó los beneficios que los programas de KKIS tienen para ofrecer. "La adolescencia fue la etapa que más me ha marcado, lo pasé muy mal y tuve que ir a terapia durante muchos años, algo que me animó KKIS y mi Asesora, Sara, a la que nunca podré agradecérselo lo suficiente."
Tras graduarse en el instituto, Cielo sabía que no podría permitirse ir a la universidad. Pero entonces, para su sorpresa, le concedieron una beca universitaria, gracias a otra serie de patrocinadores. "Cuando supe que me la habían dado, me eché a llorar inmediatamente. En ese momento comprendí que podía conseguir muchas cosas. En cierto sentido, KKIS me rescató, porque en aquel momento tenía problemas emocionales y, cuando me dieron esta beca, me dieron una razón para seguir adelante. Comprendí que nadie puede pararme y que soy capaz de conseguir todo lo que me proponga".
El programa de becas que KKIS ofrece a los estudiantes va mucho más allá de las aulas y ofrece a los estudiantes las herramientas que necesitan para enfrentarse al mundo después de graduarse. "Las sesiones de asesoramiento me han enseñado a enfrentarme a un público, y Sara, mi asesora, me ha dado las herramientas que necesito para salir y enfrentarme a la vida real. He aprendido técnicas para hablar en público, a identificar mis objetivos y a crear un plan sólido de lo que quiero y puedo hacer."
Como parte de las celebraciones del10º aniversario del Proyecto KKIS, se invitó a los becarios KKIS a compartir su mayor miedo y cómo lo superaron. Cielo fue la afortunada ganadora de un salto en paracaídas en tándem, que la sacó de su zona de confort y la llevó -literalmente- ¡al cielo! "El miedo es lo único que puede limitarnos o motivarnos a hacer algo. No importa cuántas veces fracase, siempre volveré a levantarme, cada vez un poco más fuerte y un poco más segura de mí misma. Toda esta experiencia me ha enseñado de verdad que el cielo es el límite y que no hay nada que se interponga entre mis objetivos y yo."
Hoy, Cielo es una joven fuerte que cree en sí misma y en sus sueños. ¿Qué le depara el futuro? Nadie puede explicarlo mejor que la propia Cielo. "Me veo como una verdadera mujer de negocios. Me veo con mi propia oficina, trabajando con adolescentes y cursando una maestría de esta manera, podría trabajar con adolescentes para prevenir, concientizar e identificar situaciones en su vida diaria, como sexualidad, drogadicción, inteligencia emocional, emociones, entre otras cosas. Quiero ser una guía para ellos".
La conclusión es que todos y cada uno de los becarios KKIS son lo suficientemente inteligentes como para hacer cualquier cosa. Tienen tiempo para hacerlo, cuentan con el apoyo de sus patrocinadores y de un maravilloso equipo de asesores, tienen los programas necesarios para sobresalir y las herramientas que necesitan para enfrentarse a la vida real. Lo único que tienen que hacer, además de trabajar, es disfrutar del viaje.
"Mi viaje con KKIS me ha transformado como persona y estaré eternamente agradecida después de mi graduación. Veo cómo KKIS está creciendo y estoy segura de que cada nuevo alumno que apadrinan es alguien que va a cumplir un sueño y que va a dar lo mejor de sí mismo, igual que KKIS nos da lo mejor a nosotros también. Mi sueño es que KKIS siga creciendo y que los nuevos padrinos ayuden a más niños a continuar sus estudios."
En los últimos 10 años, el Proyecto KKIS ha recorrido un largo camino, pero aún queda mucho por crecer. Esperamos que, año tras año, más gente comprenda que dar educación tiene un efecto dominó, que se extiende mucho más allá de la graduación y llega a las familias y comunidades de las personas implicadas. Como dijo Nelson Mandela: "El poder de la educación va más allá del desarrollo de las capacidades que necesitamos para el éxito económico. Puede contribuir a la construcción de la nación y a la reconciliación".