Cuando el sol empieza a pintar el cielo con tonos rojos y dorados
los gallos anuncian el amanecer,
Las nubes se separan, y conquisto mi bicicleta
El pedaleo debe continuar.
Siento una chispa de expectación. No es un día más;
Es otra oportunidad para aprender, crecer y pedalear hacia un futuro mejor.
Mi bicicleta, un regalo de Keeping Kids in School (KKIS) y sus generosos patrocinadores, es mi compañera inseparable en este viaje,
transformando mi forma de vivir la educación en México.
Vale, puede que nuestros alumnos no sean tan poéticos, pero tener un transporte fiable es sólo una de las formas de mantener a los niños en la escuela en KKIS.
El maratón diario transformado
¿Cuántos autobuses escolares amarillos has visto en la Riviera Maya?
Puedo darte una pista: NINGUNA.
La escuela no está a la vuelta de la esquina o de la manzana, sino a una distancia considerable para muchos estudiantes que acuden a institutos o universidades públicas.
Antes de recibir una bicicleta, ir a la escuela era un calvario. Largas caminatas bajo un sol abrasador, apretujarse en colectivos abarrotados o pagar un taxi caro eran retos cotidianos para muchos estudiantes de KKIS.
El incesante esfuerzo que supone llegar a la escuela suele dejar a los estudiantes cansados y agotados incluso antes de que empiece el día. Pero cuando los estudiantes pedalean hasta la clase con una bicicleta, ese maratón agotador se convierte en un paseo tranquilo.
Hacia la coherencia
Con una bicicleta, un estudiante ya no es esclavo de las incertidumbres del transporte público o del insoportable peaje de caminar largas distancias. Los desplazamientos al trabajo dejan de ser un rompecabezas de variables interminables para convertirse en un paseo sencillo y manejable.
Los estudiantes no sólo ahorran un tiempo y una energía preciosos, sino que se aseguran de estar siempre presentes en la escuela. Con cada vuelta de pedal, cada estudiante está afirmando su compromiso con una educación para su futuro.
La bicicleta es más que un medio de transporte: es un símbolo de constancia. Es reforzar un hábito, una cadena ininterrumpida de aprendizaje que impulsa a los alumnos hacia adelante, tanto física como académicamente.
El regalo que no cesa
Cada día, cuando los alumnos van en bicicleta a la escuela, nos maravillamos de cómo este simple objeto ha transformado radicalmente más de 50 vidas. Este regalo de KKIS y sus patrocinadores no se limitó a proporcionar una bicicleta a un alumno; ofreció a cada estudiante la oportunidad de ser un alumno constante, puntual y agradecido.
Una bicicleta no es sólo una posesión; es un preciado regalo que llegó envuelto en la esperanza y la generosidad de extraños. Extraños que vieron más allá del metal y la goma y comprendieron su valor real: una puerta a las oportunidades, un salvavidas.
Cada día, cuando los prometedores alumnos se dirigen a la escuela, lo hacen con gratitud. Y cada día, cuando llegan a la escuela a tiempo y listos para aprender, tienen un profundo sentimiento de agradecimiento por algo tan sencillo como una bicicleta.
Pedaleando hacia delante con gratitud
"Reflexionando sobre la diferencia que ha supuesto una bicicleta en mi vida, me doy cuenta de lo esencial que es para niños como yo, que viven en lugares donde un simple viaje en autobús escolar no es una opción".
Dijo uno de nuestros estudiantes.
La bicicleta es algo más que una solución; es una oportunidad que transforma las luchas diarias en paseos tranquilos y la educación inalcanzable en sueños alcanzables.
Como beneficiario de la iniciativa de las bicicletas de KKIS, estoy muy agradecido a todos los patrocinadores que han contribuido a esta causa. Su generosa donación no solo me ha permitido montar en bicicleta, sino que me ha asegurado un lugar en el aula y ha sido fundamental para mi trayectoria académica.
Llamamiento a unirse a la cabalgata
Los estudiantes que han recibido una bicicleta de KKIS son los afortunados. Pero muchos otros siguen atrapados en el ciclo (sin juego de palabras) de arduos desplazamientos para llegar a clase y una educación interrumpida. Muchos otros sueñan con la libertad que puede aportar una bicicleta y la educación constante que conlleva.
A todos los que han apadrinado una bicicleta, les decimos ¡¡¡Gracias!!!
Su contribución ha transformado el maratón diario en un paseo manejable y ha ayudado a estudiantes prometedores a ser constantes con su educación.
Quienes estén pensando en hacer un donativo a esta noble causa, recuerden que cuando apadrinan una bicicleta, están regalando algo más que un medio de transporte. Están proporcionando el inestimable regalo de la educación y permitiendo a un estudiante embarcarse en un viaje de crecimiento y aprendizaje. Estás ayudando a hacer realidad un sueño.
En el gran esquema de la educación, todos los estudiantes merecen un trato justo.
Tu contribución puede marcar un mundo de diferencia, una bicicleta cada vez, un estudiante cada vez. Y cada mañana, cuando los estudiantes montan en sus bicicletas y parten hacia la escuela, con el sonido de los gallos, cabalgan con gratitud, sabiendo que su viaje educativo es posible gracias a vuestros generosos corazones.
Gracias por pedalear con nosotros. Juntos, continuemos este increíble viaje hacia un futuro mejor.
"Todo el mundo merece las mismas oportunidades para aprender y perseguir sus sueños. Con la ayuda de mi robusta bicicleta KKIS, estoy decidida a hacer realidad mis sueños.
Estoy pedaleando hacia un futuro mejor".