El camino hacia la graduación: Alumnos de 1º de Bachillerato

el: 09 de febrero de 2022
By: Melina Molina 

KKIS, una organización benéfica local de Playa del Carmen, tiene muchos aspectos en sus programas. Uno de ellos es la educación continua a través de la graduación.

El camino hacia la graduación de los becarios de KKIS comienza en distintas etapas de su trayectoria educativa. En el blog de hoy, vamos a hablar de las experiencias de aquellos con los que contactamos por primera vez cuando estaban a punto de terminar el primer ciclo de secundaria. Algunos de ellos tenían planes de continuar en un instituto, mientras que otros no sabían qué pasaría después.

Debido a la situación económica de sus familias, la mayoría de ellos se vieron presionados para conseguir un trabajo, en lugar de seguir estudiando, lo que se vio agravado por las recientes dificultades provocadas por COVID. Una cosa es cierta: la vida de todos ellos cambió profundamente cuando se enteraron de que KKIS quería patrocinar su primer año de instituto. En el blog de hoy, hemos pedido a Karime, Carla y Viviana, tres becarias de KKIS, que compartan sus experiencias con nosotros.

Primer contacto con KKIS 

Recibir la noticia de que alguien quiere pagar sus estudios de bachillerato suele ser una completa sorpresa para la mayoría de nuestros estudiantes. En muchos casos, parece increíble que alguien quiera pagar sus estudios.

"Fue una noticia inesperada", dice Karime. "Me emocioné y me puse muy contenta porque me daban la oportunidad de seguir estudiando y cumplir mis sueños".

Los becarios del KKIS son elegidos por sus notas, que deben ser altas y constantes en todas sus asignaturas de estudio. Algunos de nuestros estudiantes ya estaban estudiando la posibilidad de obtener una beca, como Viviana, que nos dijo que "me sentí muy contenta y halagada cuando KKIS me dijo que me habían seleccionado."

La reacción de los padres

Cuando los padres se enteran de nuestro deseo de dar a sus hijos una beca de alto nivel suele haber mucho escepticismo. No pueden creer que alguien quiera hacer esto por ellos. Pero al saber más sobre KKIS, nuestros esfuerzos en la última década y nuestra reputación, esto cambia rápidamente.

Carla nos cuenta que sus padres "se emocionaron mucho y me animaron a seguir estudiando", mientras que los padres de Viviana, también muy contentos y orgullosos, sintieron alivio. "En ese momento estábamos pasando por una situación económica difícil", nos dijo. "Y les hizo mucha ilusión que por fin se reconocieran mis esfuerzos".

Reunión con KKIS y firma del contrato

El siguiente paso en el proceso es reunirse con un representante de la oficina de KKIS, donde se explica todo en detalle y se explica al estudiante lo que se espera de él. Todos los futuros becarios deben firmar un contrato por el que se comprometen a estudiar mucho, mantener altas sus notas y no meterse en líos. Para muchos, esa persona es Sara, que será su principal punto de contacto durante los años de beca.

"Conocer a Sara fue una experiencia agradable", nos dijo Karime. "Siempre está pendiente de lo que necesitamos y siempre nos motiva para que no abandonemos nuestros sueños".

Carla cuenta una historia similar y añade que "Sara es una persona muy profesional que inspira confianza. KKIS cumplió todo lo que dijo que haría, y yo completé mi parte manteniendo una media excelente."

Aunque en un principio piensan que el contrato implicará normas estrictas y rígidas, los estudiantes pronto aprenden que no es así/ "Son fáciles de cumplir", nos dice Viviana, "así que no tuve ningún problema en cumplirlas".

El apadrinamiento cambia vidas

Muchos de nuestros becarios KKIS no sabían si continuarían sus estudios secundarios en el momento en que nos pusimos en contacto con ellos. Para muchos, la perspectiva de trabajar era la opción más realista o ir a una escuela que se adaptara a su situación económica.

Carla nos dijo: "Mi vida cambió por completo cuando KKIS me concedió la beca. Me permitieron seguir estudiando".

Esto es especialmente importante para quienes se han visto afectados por los acontecimientos de los dos últimos años. Para Carla, el COVID afectó enormemente a sus padres, afectando a su capacidad de ganar dinero. "Ahora mismo tenemos demasiados gastos. Pensé que ya no podría estudiar, pero gracias a KKIS ahora puedo".

Entrar en 1º de Bachillerato

"En mi primer año de instituto estaba nerviosa, pensaba que las asignaturas serían difíciles", recuerda Karime. "Pero no fue así en absoluto. Mis profesores me ayudaron a entender las asignaturas, y conocí a buenos compañeros que me hacían reír y me apoyaban cuando lo necesitaba. Fue una experiencia maravillosa".

Esta es una historia que escuchamos de muchos de nuestros estudiantes. El primer año de instituto suele ser una mezcla de nervios y emoción, pero siempre hay un elemento de calma, al saber que sus padres se han liberado de una gran carga, lo que les permite centrarse en sus estudios.

Para muchos de los que hemos crecido en Canadá o Estados Unidos, el primer año de instituto es una experiencia muy diferente. La idea de pagar para ir a un instituto público es inaudita, por lo que muchos de nosotros no podemos relacionarla adecuadamente. En KKIS estamos muy orgullosos de poder ayudar a tantos estudiantes brillantes y con talento a conseguir algo que muchos de nosotros dábamos por sentado a la misma edad. Gracias al apoyo de nuestros patrocinadores, el primer año de instituto de nuestros alumnos del KKIS les impulsará hacia un futuro mejor que nos beneficiará a todos.

Esperamos que hayan disfrutado de la entrada de esta semana de nuestra serie El camino hacia la graduación. Permanezcan atentos a la próxima, en la que hablaremos del segundo año de instituto de nuestros alumnos. Para obtener más información acerca de cómo puede ayudar, por favor haga clic en este enlace que le llevará a nuestra página de donaciones.

 

 

Pínchalo en Pinterest

Compartir